Cómo se relaciona una marca personal con una marca corporativa

Estrategia, consistencia y recordación

Juan Diego Vivero
7/19/2023
·
min

Construir una marca personal no es diferente a desarrollar una marca corporativa: ambas requieren estrategia, coherencia y una visión clara.

Aunque las marcas personales pueden parecer más flexibles, necesitan los mismos pilares que cualquier marca corporativa fuerte: un nicho específico, una posición sólida en la mente del consumidor (o "top of mind"), y sobre todo, consistencia. En este artículo, exploramos cómo estas tres lecciones clave aplican tanto a marcas personales como corporativas.

1. El nicho: hay 8 mil millones de personas, hay mercado para todos

Uno de los errores más comunes al construir una marca personal es tratar de llegar a todo el mundo. En un mundo con más de 8 mil millones de personas, parecería lógico que cuantos más temas abarques, más oportunidades tendrás. Sin embargo, la realidad es que tratar de abarcar demasiado te diluye y te hace indistinguible del resto.

Si intentas ser experto en todo, no serás reconocido como experto en nada.

Existe un nicho para absolutamente todo. Y con miles de millones de personas en el mundo, hay mercado para todos. Lo importante es que encuentres ese espacio donde eres realmente bueno, donde tu pasión, tu conocimiento y tu habilidad se alinean para aportar un valor único. No solo eso, debe ser un nicho que te genere oportunidades de negocio a largo plazo, ya sea vendiendo productos o servicios, conectando con gente específica de tu industria, o incluso encontrando el trabajo de tus sueños.

Y para esto debes centrarte en aquello en lo que puedes aportar más valor. Cuando te especializas, no solo destacas en un océano de marcas personales, sino que también comienzas a atraer las oportunidades correctas.

Al ser específico en lo que ofreces, las personas te buscarán precisamente por esa especialización, ya sea para contratarte, comprar tus productos o simplemente colaborar contigo. El nicho, entonces, no solo te ayuda a sobresalir, sino que genera oportunidades de negocio reales y concretas.

Para empezar esto debes preguntarte: ¿En qué nicho puedes generar más valor y estás conexiones como me podrán ayudar en mis objetivos a futuro?

2. Generar recordación: conviértete en el “Top of Mind” de tu nicho

Una vez que has definido tu nicho, el siguiente reto es lograr que las personas te recuerden cuando piensen en ese tema específico. Este fenómeno, conocido en marketing como top of mind, es la cúspide del posicionamiento de marca.

Si piensas en marcas personales, seguramente asocias inmediatamente ciertos nombres con temas específicos. ¿Qué marcas te vienen a la cabeza cuando piensas en ropa deportiva? Probablemente, Nike o Adidas o ¿qué marca se te viene a la cabeza cuando piensas en refrescos? Probablemente, Coca-Cola. O un top of mind más específico. Si pensamos en cadena de comida rápida, seguramente pensarás en McDonald´s. Ese es el poder de estar “en la mente del consumidor”.

Para una marca personal, alcanzar este nivel significa no solo ser visible, sino también ser relevante y consistente en el contenido que ofreces. Debes construir una autoridad tan clara y constante que, cuando alguien piense en tu nicho, tu nombre sea el primero que se les venga a la mente. Como mencionamos antes, María Begue es un ejemplo de cómo alguien puede convertirse en una referencia. Su contenido está alineado al 100% con su nicho de marcas personales, y al ofrecer valor constantemente, se ha posicionado de manera sólida.

La clave aquí es la repetición. En marketing, se dice que necesitas exponer un mensaje varias veces para que se fije en la mente de tu audiencia. No basta con un solo post o una única interacción; tienes que mantener una presencia continua y coherente para que tu marca personal se convierta en sinónimo de tu especialidad.

Aquí te dejo 2 preguntas importantes para que pienses al respecto ¿Qué pregunta quiero que la gente se haga para que terminen pensando en mí? ¿Qué estoy haciendo para ser recordado cuando alguien piensa en mi área de especialización?

3. Ser consistente: el ejemplo de Steve Jobs y la coherencia en la marca

El tercer y más importante pilar para construir una marca personal sólida es la consistencia. En marketing, se sabe que las marcas más exitosas son aquellas que son coherentes en su mensaje y comportamiento. Si tu audiencia percibe una contradicción entre lo que predicas y lo que haces, perderás credibilidad rápidamente. Es tan importante que hasta existen palabras para eso, como por ejemplo esto del greenwashing, cuando las marcas presumen ser ecológicas, pero en realidad no lo son, lo que genera una reacción negativa.

Las marcas personales también deben ser auténticas para construir confianza.

Aquí entra de ejemplo más claro Steve Jobs, un maestro en la consistencia y coherencia de marca. Desde el inicio de Apple hasta su partida y regreso, Jobs mantuvo inalterables sus principios de diseño, simplicidad y excelencia. Y cuando vio que Apple no estaba alineada con su visión, no dudó en salir y crear Pixar, una empresa construida bajo los mismos valores éticos y creativos que él defendía.

Incluso su estilo personal fue parte de su consistencia. Su icónico look —camiseta negra, jeans y zapatillas— no solo era parte de su identidad, sino que se convirtió en un símbolo de su enfoque minimalista y práctico. Esta coherencia visual reforzó su marca personal hasta el punto de influir en las percepciones sobre Apple. Jobs no solo fue un innovador tecnológico, sino también un genio en crear una marca personal sólida y memorable.

La fuerza de esta consistencia es tan potente que seguramente, al principio de este blog, cuando viste la imagen de presentación con la "M" de McDonald’s y la cara de Steve Jobs, pensaste que había algún error. Porque nunca se te ocurriría vincular a Jobs con McDonald’s, ¿verdad? Ese nivel de asociación, tan claro y preciso, es lo que genera la consistencia en una marca personal. Steve Jobs y Apple son prácticamente inseparables.

En marketing, esto es crucial: la consistencia genera confianza. Si tu audiencia percibe que practicas lo que predicas, te seguirá, confiará en ti y en tu marca personal. En cambio, la falta de coherencia puede alejar a tus seguidores, llevándolos a desconfiar de tu autenticidad.

Todos hemos visto inconsistencia que nos chocan y que a pesar de que no llegan a ser realmente grabes, dejan muchas dudas sobre la autenticidad de pensamiento y veracidad de esa persona: el socialista con iPhone 16, el vegano con chaqueta de cuero, el comediante roba chistes, el financiero ludópata. Todos ejemplos que al fin y al cabo son parte de nuestra vida cotidiana, pero que generan desconfianza en la autenticidad de cada una de estas personas o "marcas personales".

Construir una marca personal es muy similar a construir una marca corporativa. Necesitas un nicho específico en el que puedas destacar, debes generar un top of mind para ser recordado en tu especialidad, y lo más importante, necesitas ser consistente para construir confianza y autoridad.

Con más de 8 mil millones de personas en el mundo, hay un nicho y un mercado para todos. Lo importante es identificar en qué eres fuerte, aportar valor y mantener la coherencia en tu mensaje y acciones.

Tu marca personal no solo debe ser visible, sino también recordada, confiable y auténtica. Y para lograrlo, necesitas seguir los mismos principios que hacen exitosas a las marcas corporativas más grandes del mundo.